Billet de blog 4 avril 2025

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Cédric Lépine

Critique de cinéma, essais littéraires, littérature jeunesse, sujets de société et environnementaux

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Entrevista con Ximena Pereira, realizadora del cortometraje "La diosa quebrada"

El cortometraje documental "La diosa quebrada" dirigida por Ximena Pereira se presentó en el Festival Cinélatino, Rencontres de Toulouse en marzo de 2025. La entrevista se hizo con Belén Riquelme de la asociación "Chili, Culture et solidarité".

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Ximena Pereira © Francisco Muñoz

Cédric Lépine:¿Cómo se desarrolló este proyecto?

Ximena Pereira: La diosa quebrada es una coproducción entre Chile y Venezuela. Es un cortometraje de veintiún minutos que es un documental, producido a lo largo de veinte años. Cruza tres tramas: la primera trama, que es la más importante, es la historia de la estatua de Maria Lionza. Maria Lionza es una deidad fundamental del imaginario colectivo venezolano y de la espiritualidad popular venezolana. Ella tiene emplazada en el centro de la autopista más importante de Caracas, una estatua.

Entonces, yo sigo a lo largo de veinte años los vaivenes de la ruptura de esa estatua que es una historia en sí misma. A partir de este hecho hago una reinterpretación de su significado, cruzando mi propio quiebre como autora y como migrante que vive lejos de Venezuela y el quiebre de la sociedad venezolana en cuanto a lo social y lo político, que está vinculado con el hecho de esta ruptura. Entonces, estas tres tramas coinciden, se juntan y es como un juego de espejos entre lo íntimo y lo público

C. L.: ¿Cómo ves esta fuerza del cine que te permite dialogar entre una estatua y una ciudad entera?

X. P.: Creo que las estatuas, dependiendo lo que representen, en general son símbolos culturales de las sociedades, de las ciudades. En este caso, insisto en lo de los veinte años, porque el paso del tiempo, yo creo que es lo que le da la fuerza, porque podría haberse quedado simplemente en un retrato de un hecho noticioso, que de por sí era bastante atractivo, interesante y en su momento tuvo un peso y podrías tú buscar información y vas a conseguir mucho. Pero es el hecho de haber sostenido esto a lo largo de veinte años… Entonces, uno puede por montaje, por elipsis, por contraposición de imágenes, por juego de montajes principalmente que es como la escritura cinematográfica de mi documental que consiste en dar más capas y hacer que todas esas distintas capas narrativas, vayan dialogando entre ellas.

C. L.: ¿Hablamos de tu película como un documental pero podríamos verla como una ficción, un ensayo o otro?

X. P.: Digo que es un documental porque trabaja a partir de lo real con imágenes de lo real, con imágenes de archivo de lo real pero efectivamente hay una construcción de ficción, totalmente, y bueno eso es un punto siempre de discusión entre el documental y la ficción… y cómo se cruzan…Pero si, estoy de acuerdo que dentro de las distintas formas que puede tener un documental, aquí hay claramente un manejo de la ficción, que yo creo que se siente evidente. A mi siempre me ha interesado la ficción: mis trabajos anteriores son ficciones. Me muevo cómoda en la ficción, entonces creo que lo hice de manera natural.

Belén Riquelme: Me gustaría hacer una pregunta respecto a esta diosa, el diálogo tuyo con esta imagen, que es Maria Lionza ¿quien es María Lionza? y ¿por qué es tan importante para ti contar esta historia, ¿cómo te atraviesa esta figura? -que tu dices está en un lugar tan importante de Caracas- ¿cómo te atraviesa en lo personal?

X. P.: Maria Lionza para mi es un símbolo de venezolanidad. Maria Lionza, no hay un solo venezolano que no sepa quien es ella, entonces, lo que sí hay es distintas ideas respecto a quien es ella pero no hay nadie que no la conozca. De hecho, yo a veces, cuando pongo en instagram su imagen, buscando publico y tal, he logrado que gente vaya a verla porque ven la imagen, es inmediato.

Entonces, cuando yo vi que la estatua se quebró, fue mi posibilidad de hablar de algo que yo quería hablar. No quería hacer una historia de Maria Lionza en principio, quería hablar de la división política en Venezuela y de los extremos y de la polarización de la sociedad y de nosotros como víctimas. Eso era como mi punto de partida… Este hecho fue lo que me movilizó pero como se demoró tanto en terminar, yo estuve veinte años pegada a Maria Lionza [risas] entonces, inevitablemente, yo me volví una devota de Maria Lionza, a mi manera, a mi forma ¿no? con la investigación, con los hechos, con ir a Sorte, a la montaña, con todo eso…

Estando fuera de Venezuela, es como un símbolo y una fuerza de identidad profunda que es lo que nos hace falta cuando nos dividen. Digo nos dividen porque creo que caemos en el juego de la división y somos víctimas de las divisiones… Luego los discursos de unidad se vuelven vacíos, ingenuos, confusos, contradictorios, entonces el tener un símbolo cultural y de identidad profunda que me permitiera colocarme en un lugar más cerca del alma  fue loa que a mi me hizo acercarme a ella.

C. L.: Muchas veces podemos ver lo que hablamos del patrimonio, que etimológicamente es el dominus del pater, del patriarca. Así, con esta lógica, muchas veces las estatuas son de conquistadores y hombres militares… Entonces, es bastante atractivo ver la estatua de una mujer. ¿Para ti también esta estatua representa otra voz para las mujeres?

X. P.: Aunque no fue mi primera intención pero sí, claramente ella es una diosa matriarcal. Originalmente la Maria Lionza viene más allá de la religiosidad popular venezolana. Está entrecruzada con varias otras deidades mundiales, universales, que son distintas y toman advocaciones distintas. Entonces, ella proviene de una diosa que es la diosa blanca que viene de un mundo pre patriarcal. Pero todo esto viene a ser otro cruce más de sentido y creo que es un buen lugar para hablar de lo femenino en contraposición a la guerra, que es masculina principalmente. No digo que no haya mujeres guerreras también… las amazonas por ejemplo… y ella también vendría siendo una amazona guerrera. Pero el mundo masculino es más del choque, del enfrentamiento y el mundo femenino es más de lo materno, de la inclusión, de los hijos ¿no? de hacer un mundo una familia con sus diferencias…

Eso sí, lo tengo muy claro y de hecho, algunas de las personas que les interesa la película es porque también ven esa lectura.

Illustration 2
La diosa quebrada de Ximena Pereira © Ximena Films

C. L.: Me gustaría también que nos hables del formato, que es a la vez un corto y un documental ¿Piensas que este tipo de difusión te da más libertad o es por la dificultad de producir todo eso? ¿ Un corto es más sencillo para compartir ? ¿Por qué elegiste el formato cortometraje en documental más que largometraje en ficción?

X. P.: La verdad es que no lo elegí, fue una situación de producción. Intenté hacer un largometraje durante muchos años y no logré el financiamiento y ya iba pasando demasiado tiempo. Siempre pensaba que la historia ya no iba a tener vigencia, que la historia iba a quedar, que iba a morir… Siempre podría ser tener una parte de memoria. De hecho esta tercera capa, que es es mi capa… originalmente yo no estaba como dentro de la película pero contarme a mí, oírme, fue nuestra manera de volverla vigente a través del tema de la migración. Esa migración se cruzó y eso le dio complejidad.

Ahora, respecto a la difusión y tal, yo creo que podría tener más difusión de la que tiene si no fuera un corto, o sea… Creo que se lo merece, no porque sea mi trabajo pero si... tengo un año de circuito, estuve en Málaga, he ganado premios, estuve en varios festivales... Sin embargo creo que la cantidad de personas que la han visto y la cantidad de lugares en los que ha estado, pues, podría estar muchos más pienso… En un festival grande la gente va más a ver los largos que los cortos. Pero si, a mí me gustaría acceder a plataformas y a otros espacios que me permitieran llegar a más personas.

C. L.: ¿Cómo pasó la coproducción Chile-Venezuela?

X. P.: He estado en un montón de festivales en Venezuela y he estado en Chile, no en muchos, entre otras cosas porque creo que es una película más venezolana que chilena. Entonces, es una película contada por mi parte venezolana, desde Chile. Como que Chile tiene una pequeña parte, sin embargo, todos los organismos como ChileDocs, CinemaChile, todos me apoyan. Siempre cuando tienen que hablar de la película, no ponen en duda esto y hablan en el cine chileno como una película más. En ese sentido he tenido un muy buen apoyo.

Ahora, el tema de los fondos si era más difícil porque era como una película venezolana y tal, respondiendo a tu pregunta de “cómo” bueno yo tengo doble nacionalidad, yo me puedo mover como venezolana y como chilena. Entonces claro, con mi plata de chilena y mi identidad chilena, ir a Venezuela y filmar en Venezuela con dinero mío de Chile, con equipos de Venezuela.

Todo se hizo en Venezuela, con gente de Venezuela y la postproducción se hizo en Chile. La edición se hizo con Daniel Paz, que es venezolano y vive en México y trabajamos en línea.  Finalmente con mi coproductora venezolana  Carolina Dávila, conseguimos un financiamiento de Venezuela para la postproducción que fue muy poquito pero  fue importante para poder terminar el filme.

Ahora por ejemplo, para viajar por festivales tengo apoyo de Chile… y hay un acuerdo de coproducción formal entre Chile y Venezuela, entonces yo gracias a ese acuerdo formal, el docu tiene nacionalidad también, chileno-venezolana, sus papeles! Con esos papeles me muevo como chilena.

C. L.: Para ti, vivir ahorita en Santiago y hacer cine sobre Venezuela, lo imagino como Patricio Guzmán hizo películas sobre Chile desde Francia.

X. P.: ¡Exactamente! Hacer películas y que vives en otro país, la única diferencia es que en Chile no hay tantos fondos como en Francia, es la única diferencia… Pero es un poco eso porque en el fondo yo siempre voy a seguir queriendo hacer cosas que tengan que ver con Venezuela y mi proyecto actual es un cruce también entre Chile y Venezuela, pero con mucha más presencia chilena, o sea, más que la que tiene la Diosa, que creo que esta equilibrada

B. R.: Quizás ahí sí, el proyecto de largometraje…

X. P.: Sería una película ahora sí, no más cortos.

C. L.: Entonces, este corto no es solamente un ensayo para trabajar en tu largometraje ¿tiene su propia vida este corto?

X. P.: Totalmente, tiene su propia vida… Yo he hecho trabajos anteriores, ficciones, todos cortometrajes, pero igual… Nunca he hecho un largometraje.

C. L.: Veo mucha la fuerza del corto, su libertad por su economía propia…Por el trabajo de la imagen y también este diálogo con la realidad está muy relacionado con la mirada de Chris Marker y Agnès Varda en este sentido… ¿Son inspiraciones para ti?

X. P.: Bueno ¡son referentes! Es gente a la que yo he visto mucho, de la que me inspiró y una a veces, estoy segura que el montajista copió ciertas cosas de Agnès Varda. [risas] Porque lo dialogamos, lo conversamos, y la tuvimos siempre como una referente en nuestras conversaciones. A Chris Marker nunca lo tuvimos explícitamente. Lo que he visto de Marker son cosas que se te quedan en el inconsciente… Quizás no fue como algo tan así como el caso de Agnès Varda que si, claramente la tuvimos en cuenta.

C. L.: ¿Puedes hablar de cómo imaginaste este diálogo entre la imagen y la voz?

X. P.: Entre la imagen y la voz fue super difícil. Fueron muchos meses, fue un proceso muy largo. El texto se escribió muchas veces: no me acuerdo cuantas… Se escribió, se reescribió y lo mismo el montaje, también… se rehizo, entonces…

Bueno ¿yo como lo hice? Primero empecé montando sola, con imágenes y traté de ir hilvanando una voz. Lo hacía de a poco, tratando avanzar un poco hacia donde quería ir. En el camino me perdí, lo mostré, tuve varias opiniones, revisamos y necesitaba tener un montajista pero no tenía dinero, entonces  me volví a concentrar en la  producción. En algún momento entro alguien y esta persona que entró, que es mi montajista, que es venezolano, que vive en México y que tiene mucha experiencia montando. Recuperó mucho material que yo había descartado, lo subimos y él quería que yo le pasara un texto lineal. Para él sin el texto no hay nada. Le discutía que eso no iba a funcionar porque yo el texto lo había trabajado al revés, o sea, como probando, una vez y tal, y dijo que él no podía trabajar así sin un texto. Entonces yo le hice… Trabajamos un texto y él agrego cosas o su pareja también, pero entonces empezó a quedar todo muy apegado a lo que yo me imaginé que iba a pasar. Que iba a empezar a quedar como cortes directos a las imágenes “extraño las guacamayas” y las guacamayas vuelan ¿me entiendes? Como ilustrar, yo lo que no quiero es que la imagen ilustre el texto sino que el texto sea un mundo y que la imagen sea otro y se va todo entrelazando…

Pero me di cuenta que no iba a funcionar de otra manera y que él avanzaba cuando yo hacia eso, entonces yo dije, veamos después que pasa. Accedí a su propuesta y plantee un primer texto y con ese primer texto fue todo creciendo. Podría decir que de alguna manera cerramos, finalmente después de varias pruebas y yo después sobre eso, reescribí. Y después sobre esa reescritura monté. Retomé el montaje, por eso el montaje es compartido.

Tráiler: La diosa quebrada (2024) - Dir. Ximena Pereira - Cortometrajes 2024 © El Grito Festival

La diosa quebrada
de Ximena Pereira
21 minutos. Chile-Venezuela, 2024.
Color
Idioma original: español

Guión : Ximena Pereira
Dirección de fotografía : Jackson Elizondo
Edición : Daniel Paz Mirelles
Canción final créditos: Claudia Lizardo
Ximena Pereira, Carolina Dávila
Empresa de producción : Ximena Films
Empresa de coproducción : Creaciones Animadas
Con la participación: Salvaje Films

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