Julián, un estudiante en Toronto, acaba de volver de un viaje a Barcelona, donde se ha enamorado de una chica llamada Sundra. Julián decide mandarle cartas en formato de vídeo. Graba su quehacer de todos los días. Al principio, Sundra se olvida de él, pero su interés se aviva al recibir la primera "carta". Las cintas de Julián se hacen cada vez más introspectivas, hasta que llama a Sundra temprano una mañana y oye cómo le contesta la voz de un hombre. Destrozado, Julián se enfrenta a Sundra, quien admite abiertamente tener otro amante, aconsejándole que haga lo mismo. Sundra luego consigue convencer a Julián para que grabe a escondidas sus encuentros sexuales y así enseñárselos. Mientras persigue su objetivo, Julián atraviesa su momento más oscuro, pero también acaba vislumbrando lo que es el amor.