Tras no verse desde su infancia, dos medio hermanos se reencuentran para definir la venta de una vieja propiedad donde crecieron juntos. El lugar - sumergido en la cuenca del río Magdalena- comienza a despertar un pasado confuso y una latente hostilidad entre los dos hombres. Al no poder comprobar que ellos son los legitimos herederos se ven obligados a navegar río arriba en busca de algún rastro de su padre. La navegación se convierte en un intenso viaje emocional que desnuda el interior de dos hombres treintañeros que apenas se conocen el uno al otro. Al llegar donde su progenitor la relación estalla, ninguno querrá el legado que le corresponde.